Curso Reconecta y Despierta – Día 6. Un camino de 10 días para volver a ser tú mismo.

Este es un camino de 10 días para reconectar contigo, despertar tu energía y volver a sentirte presente, vivo, libre. Aunque hoy es sábado, el camino sigue porque cada día cuenta. Sin embargo, como cada uno sabe sus gustos y circunstancias, puedes hacer esta práctica hoy o aguardar hasta el lunes. Lo importante no es la fecha sino tu sinceridad con tu proceso. 
Pasando el meridiano de este curso,  ya hemos aprendido las pautas para activar nuestro cuerpo, nuestra expresión y nuestra mirada interior.
Pero hay algo más que suele atraparnos sin que lo veamos: la inercia de lo sedentario.
Ese hábito silencioso de la quietud que, poco a poco, nos desconecta del cuerpo y de la vida.

Hoy vamos a dar los primeros pasos para soltar esa ancla invisible que nos retiene.

DÍA 6 — Libérate del peso del pasado

Nuestro pasado no vive sólo en los recuerdos. Vive también en el cuerpo: en la postura encorvada, en la rigidez del cuello, en la tensión de la mandíbula; en nuestros cotidianos bloqueos. 
Se manifiesta en la pantalla o en la silla que nos atrapa durante horas, en la quietud forzada, en los hábitos que repetimos como autómatas, sin preguntarnos siquiera si aún los elegimos.

Una especie de inercia física y emocional que nos ancla al ayer, incluso cuando estamos intentando avanzar. Un ayer que en último caso ya sólo habita en nuestra mente. Por eso es una carga sutil, pero persistente.

Hoy vamos a simbolizar ese ancla.
Vamos a colocarla frente a nosotros —literalmente— y a hablarle.
No desde el reproche, sino desde la claridad.
Con firmeza, sin odio.
Para decirle:

“Ya no te necesito como antes. Gracias por lo vivido, pero ahora quiero seguir solo adelante.”

Y después de ese acto de reconocimiento, nos vamos a levantar.
Porque el cuerpo también necesita moverse para soltar.
Vamos a danzar, aunque sea con los ojos cerrados y los pasos torpes.
Vamos a dejar que cada movimiento sea una despedida silenciosa.
Un gesto de libertad.

Porque lo que no se mueve… se estanca.
Y hoy no estamos aquí para quedarnos quietos. No se trata solo de un cambio de perspectiva, de actitud mental, sino que ha de ir parejo a un cambio sensorial, corporal, vivido.

• Coloca una silla vacía frente a ti y habla con ella como si fuera tu pasado.
No importa si suena raro.
Dile lo que necesitas dejar atrás.
Háblale con firmeza, pero sin odio.
Dile que agradeces lo que te enseñó, pero que ya no vas a seguir ahí.
Que es momento de avanzar.

Esta experiencia puede parecernos ridícula o infantil, pero si como niños nos entregamos seriamente al juego, nos sorprenderemos al vivir esa experiencia. Eso sí, has de entregarte a ella porque en función de tu entrega recibirás.

• Luego, levántate y danza durante 5 minutos con los ojos cerrados.
Cualquier música sirve. O ningún sonido.
La consigna es clara:
“Cada paso rompe una cadena.”

No se trata de bailar bonito.
Se trata de soltar.
De sentir que el cuerpo se libera de algo viejo, algo que ya no necesitas cargar.

Hoy no tienes que pensar tanto.
Solo moverte.
Solo decirle adiós —desde el cuerpo— a lo que ya no te sirve.

Quizás no te atraiga la idea. Quizás con la experiencia de hablar a ese «yo» que escuchaba atento en la silla, ya te sientes satisfecho o satisfecha. Está bien. Este curso es sólo un guiño para tu cuidado interior. Eres tú quien lo haces y quien cosechas (bueno, cosechará también tu entorno pero eso es otro tema). Siéntete libre de sentirte libre en el proceso.

Hoy no se trata de negar tu pasado.
Se trata de liberarte de su peso, de soltar las sogas de las culpas, de los remordimientos, de los fantasmas del pasado que, en su naturaleza, son sólo eso: emociones y pensamientos que se resisten a dejar vacío para lo nuevo que encierra en su potencial cada nuevo momento.

Que tengas un buen día.