Nuevo video de nuestro canal apoyando. Emilio Carrillo está concediendo en estos días multitud de entrevistas online, ayudando a crear consciencia respecto a este presente y el futuro inminente que nos espera. No se trata de teorías conspiratorias más o menos acertadas sino de una visión que -como él apunta-, ha de abrirse a la dualidad de los opuestos, dirimiendo desde esa amplitud de consciencia lo que nuestro raciocinio y especialmente nuestro corazón e intuición nos indiquen.
El video es un resumen de dos de esas entrevistas. De la primera se hace una breve reflexión, pero a mi entender, bastante lúcida y profunda en su sencillez. La segunda, que ocupa casi todo su contenido, aborda la realidad de las instituciones postdemocráticas (que posiblemente tras el fin del confinamiento muestren más abiertamente su instinto autoritario), el uso de las tecnologías para el control ciudadano, que ya en cierta medida estamos viviendo (en estas fechas al menos, «por nuestra seguridad»). También ahonda en el poder del miedo para dirigir la conducta humana; del valor de darnos cuenta de este presente dual -de un periodo trascendental y maravilloso en la vida de la humanidad- en el que nos encontramos: entre un camino hacia la utopía de una sociedad más humanizada o la automatización de los seres humanos, incluyendo quizás en ese fatal destino la eugenesia.
Sin duda, el peor de los venenos para nuestra salud física, mental/emocional y espiritual, por ser el más poderoso y el que más fácilmente nos están inoculando, es EL MIEDO… No consuma miedo, no se deje llevar por los pensamientos de miedo, no escuche paranoias que quizás lleguen a convertirse en realidad algún día (quién sabe), pero que por ahora sólo generan un giro más de tuerca a la ansiedad y temor de miles de personas.
Emilio Carrillo da en este video el ejemplo de un tren. Nosotros somos como un tren que ha de seguir avanzando entre los dos rieles: entre la utopía y la distopía, proyectando desde el corazón ese potencial de logro hacia un mundo más humanizado, y encarando con discernimiento los acontecimientos distópicos que se presenten.
Y un consejo final de mi parte: reduzcan al mínimo posible el tiempo ante el televisor y anulen la visión de los telediarios. La información, junto las distintas opiniones, están en la redes.