El documental “La matriz de la vida” expone ante todo nuestro desconocimiento como sociedad de lo que constituye la vida, nosotros como entes y el misterioso proceso de sanación.
¿Puede el ser humano asumir, como conjunto de su libertad, su poder para sanar su cuerpo, no como una agresión, sino como una vía de autoconocimiento?
A diferencia de la visión tradicional, que hoy en día sigue centrándose en el decisivo papel de los genes en la activación y desarrollo de patologías, cada vez se hace más patente el poder y los efectos de nuestras emociones, del entorno que nos rodea y del que formamos parte, así como de nuestra imaginación deliberadamente orientada hacia un logro concreto.
La visión holística cobra cada vez mayor poder, por cuanto se hace incomprensible un universo de entes aislados. Por el contrario, todo indica que los seres humanos somos puntos de conciencia con una capacidad sorprendente en un entramado cósmico inimaginable. Y por supuesto, no limitados a un cuerpo; ni nuestro pensamiento y actividad emocional, a los límites de nuestro cerebro. El documental muestra varios ejemplos de hasta qué punto existe un campo energético que hace innecesario la conexión física para establecer contacto entre dos seres.
Este documental aborda desde una perspectiva asertiva, centrada en lo corporal, el inmenso poder de nuestra actitud, de nuestra intención, de nuestra creencia –convertida en certeza- de qué podemos y qué no conseguir, y de su concreción en la salud de nuestro cuerpo. Lejos de la visión un tanto “utilitaria” de El Secreto, ésta nos anima tomar conciencia de cuál es el ambiente de nuestro sentir y a abrirnos a las posibilidades. Posibilidades que comienzan con una elección: la intención que nos anima a ella, dictará en mucho sus consecuencias.
Puede verla online y en español, aquí
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Verdaderamente, Juan, muy cierto todo lo expuesto y maravillosa puerta que se abre a través de este documental.
Nos han alejado de todo esto, que supuestamente lo conocíamos, ya que es algo que «vive» en nosotros y forma parte de nuestra «inteligencia superior» como la han llamado varios pensadores. Imagínate… los laboratorios dejarían de mover monetariamente al mundo, como ocurriría con las armas, en el caso de que los seres despierten su consciencia.
Besos…
BeT
Cierto. Para mí fue sorprendente el que -por lo que se afirma- sea el corazón el que primero reaccione (incluso antes de que se nanifieste el motivo que teóricamente active la reacción), y que lo haga antes que el propio cerebro. Afortunadamente, cada vez más científicos son más vulnerables en su indiferencia petrea a estos milagros; milagros por cuanto rompen con lo que pensábamos era la lógica de los hechos.
Besos y gracias por tu comentario
juan