El VIAJE DE RIDDHI

El silencio relaja alma y mente – Serafín de Sarov

 

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«Bebe agua donde bebe el caballo. El caballo nunca beberá agua turbia. Coloque tu cama donde el gato duerme cómodamente. Come fruta donde el gusano se detiene. Elige los hongos con moscas. Planten un árbol donde un topo hueco. Construye una casa donde se encuentre una serpiente. Cavar un pozo donde los pájaros se sienten al calor. Ve a dormir y levántate con las gallinas, tendrás una perspectiva de oro durante el día. Si comes más verde, tendrás piernas fuertes y un corazón de león duradero. Si a menudo miras el cielo, tus pensamientos serán claros y ligeros. Prefiere el silencio a la palabra: el silencio bajará en tu alma y tu mente estará relajada y tranquila!»

Seraphim de Sarov

Considerado Santo, Serafin de Sarov hizo de la austeridad su modo de vida. Dormía lo justo para no enfermar y apenas comía, sólo una vez al día, alimentándose de lo poco que recogía de la naturaleza; además, los miércoles y viernes ayunaba. Su extremo estilo de vida le hizo enfermar gravemente, viéndose obligado a permanecer durante tres años acostado.

En 1786, con veintisiete años, se le dio el nombre de Serafines, que en hebreo significa «ardiente». Pasaba todo su tiempo, salvo el más breve de los descansos, en la iglesia. Supuestamente en esos periodos entraba en constantes samadhis, accediendo a estados de éxtasis tan inefables que le dejaban sin habla durante un tiempo. 

«Su fama de hombre notable le hizo famoso, y muchas personas de toda condición comenzaron a visitarle. Saludaba a todos con las palabras: «¡Mi alegría! Cristo ha resucitado». A muchos les aconsejó: «Adquiere un espíritu pacífico, y a tu alrededor miles se salvarán». No necesitaba que los visitantes le hablaran sobre sí mismos, ya que podía ver lo que cada uno tenía en su alma. También solía decir: «La alegría no es un pecado. Aleja el cansancio, porque a veces el cansancio provoca abatimiento, y no hay nada peor que eso».

«¡Oh, si supieras –le dijo una vez a un monje-, qué alegría, qué dulzura espera a un alma justa en el Cielo! Decidirías en esta vida mortal soportar cualquier pena, persecución y calumnia con gratitud».

Categorías: Amor incondicional, El poder del Corazón Puro

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