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«Un adulto que revisa y restaura su relación con su niño o niña interior no se vuelve más infantil, sino más completo. Sencillamente, siente su pecho más habitado, y esto es lo que desencadena, a su vez, otros tipos de cambios para él y su entorno. Adquiere la libertad de poder acceder a la energía y a las riquezas que le eran propias en su infancia, haciéndolo de una forma consciente, cuando lo desea o lo necesita, y de la manera más sintonizada con su experiencia interior. Extrae de su historia personal, desarrollada en esta parte de su vida, toda su riqueza y enseñanza, mucho más allá de la calificación en buenas o malas experiencias».
Alain Vigneau
«Aparentar tiene más letras que ser».
Karl Kraus

«La Natividad», de Georges de La Tour (1640)
Parece que este año se vive la desesperanza en muchos aspectos, y su más peligroso aliado: el miedo a lo que pueda traernos la vida. Esta situación es palpable a lo largo del año, observando el ambiente enrarecido de medios y redes y la irritación emocional en la que ha derivado tanta indignación no canalizada. Este ambiente enrarecido ha dado lugar a unas relaciones entre extraños frías, soterradamente agresivas… Parece que quedaron en el pasado las formas primigenias del trato entre semejantes -la llamada asignatura de «urbanidad»-, en la que resultaba inconcebible no entrar en un recinto sin desear los buenos días a los presentes, o tan sólo apreciar su presencia saludándolos. Ese vínculo parece que hoy en día ha pasado al olvido, como compartir con propios y extraños las luces navideñas. … (más…)
«Aunque estar presente es simple, no es tan fácil permanecer presente mientras vives tu vida, trabajas y participas en tus relaciones. Estamos constantemente siendo arrastrados hacia el mundo de la mente. Si vas a integrar la Presencia en tu vida cotidiana, hay una serie de pasos que tienes que tomar y unas pautas que deberás seguir.
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“¿Qué quieres decir, en realidad, cuando usas la palabra “amor”?
Esta pregunta suele dejar al visitante sin habla. Maharaj prosigue entonces:
“¿Acaso la palabra “amor” no designa básicamente “una necesidad” de alguna clase, pues se ama a la persona o la cosa que satisface nuestra necesidad? En efecto, el amor entre el hombre y la mujer satisface la necesidad mutua que tienen uno del otro, ya se trate de una necesidad física, o de compañía, o del cualquier otra clase. Cuando uno descubre que el otro ya no satisface esta necesidad, el “amor” se convierte primero en indiferencia y después, quizás, en “odio”…. (más…)