El modo de elevar tu nivel de vibración es sentir más amor:
comienza por amar tus sentimientos negativos, tu propio aburrimiento
torpeza y desesperación.
Cuando aprendas a amar el infierno, te encontrarás en el cielo.
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Juan, creo que los sentimientos negativos son quienes mejor nos hablan de nosotros mismos. No se aprende sólo de lo luminoso, sino de la parte oscura. Cuan relativo es un sentimiento, cual volátil, cuando dependiendo del momento estos cambian y varían. Algo que nos muestra que aún lo doloroso puede ser efímero, todo depende de nosotros.
Extraña postal, con cierto encanto inexplicable.
Saludos!
BeT 🙂
Bueno, Juan, y Taddeus, supongo que todos entendemos de la misma manera el concepto de lo que es amor.
Si como dice Bet, y yo también lo creo, amar significa aceptar, comprender y no rechazar, haremos bien en amar todo eso que se cita. No se puede afrontar ningún progreso si no reconocemos en nosotros lo que hay. De ahí el lema «Conócete a tí mismo». Y no solo lo negativo, sino también lo positivo. Para iniciar una carrera, el corredor tiene que saber perfectamente con las fuerzas de que dispones, su técnica, sus capacidades, sus puntos fuertes, y también sus carencias, sus debilidades, sus puntos débiles.
Desde luego, el que no conozca su monstruo interior no puede siquiera comenzar la lucha por dominarlo. Decía Platón, en boca de Sócrates, que «el hombre iba montado en un carro del que tiraban dos caballos blancos y dos negros». Eso es lo que tenemos, y con eso hay que contar para seguir el camino que nos hemos trazado.
Un abrazo, Juan, y como no, un beso para Bet, que, como Dios, parece que está en todos los sitios.
Hola Bet,
Coincido con el contenido de lo que dices. Solemos exponer nuestro lado bondadoso y lleno de buenas intenciones; y eso es bueno. De igual modo, cada uno de nosotros tiene un lado menos grato de mostrar a la vista ajena, incluso a la propia 🙂
El conflicto nos surje al pretender amarnos por unas cosas y reprimir nuestro disgusto -incluso nuestro odio- por otras.
En ese sentido creo que apunta Thaddeus Golas: si pretendermos vivir en dicha hemos de aprender a amar sin transigir; y el primer paso -quizás el más dificil- es aprender a amar nuestras luces y sombras: amarnos incondicionalmente, sin transigir a nuestros propios juicios y prejuicios.
Podía quizás haber algo de ello en la enseñanza que Jesús simbolizó en la ofrenda de la otra mejilla 🙂
Gracias por el comentario.
Un abrazo,
juan
Hola Abraxas,
Acababo de responder a Bet cuando se ha publicado tu comentario. Perdona.
Yo también creo que amar es aceptar: amar incondicionalmente, ahí es nada. Me ha gustado tu ejemplo del corredor, el cual ha de conocer y reconocer sus ventajas y limitaciones.
En su inmensa mayoría, las personas huyen de la soledad para no sentir la presencia de ese monstruo interior, como comentas
Muchas gracias por tu comentario.
Un abrazo,
juan
Hola juan, en mi experiencia siempre que acepto lo que no me gusta de mi ,acaba emergiendo alguna cualidad desconocida y reveladora. dicen que siempre sale luz al atravesar la oscuridad………….y estoy de acuerdo.
un abrazo
Hola vanesa,
Creo que a todos nos sucede en algún u otro grado lo que comentas; es nuestro «pequeño» logro por tener la valentía de ver y no reprimir aspectos «no gratos» de uno mismo. En mi experiencia personal, esa «cualidad desconocida y reveladora» fluye por nuestra actitud de aceptación y no resistencia a lo que es. A veces, el simple hecho de observar sin ponernos «velos», obra por sí mismo el milagro de la «liberación» de ese aspecto oscuro, por llamarlo así.
Me alegra saber de ti.
Un abrazo,
juan