Ai Weiwei nos muestra en este documental global el tabú de la migración humana. Tabú, como todos los tabúes, por decisión de la humanidad, de nuestra hipocresía cultural; de aquello que englobamos en conceptos para no reconocer que lo tememos; de aquello que no queremos esté presente en el paisaje de nuestra vida. Y esto sucede, como expone el documental, en Sáhara, Gaza, Myanmar, Usa/Mexico, Europa mediterranea, etc.
El instinto de la migración es inherente a la naturaleza humana. Como nos demuestra la realidad de nuestra existencia, vivimos en un único planeta y conformarmos una única especie. Compartimos también el impulso natural de vivir en paz y dignidad, y en general, casi todas las virtudes y carencias que pueda experimentar cualquier ser humano en cualquier lugar de la Tierra.