El VIAJE DE RIDDHI

Cómo te lavan el cerebro sin saberlo

Un excelente documental de la serie «Redes”.

Eduard Punset entrevista a Kathleen Taylor, científica de investigación en el Departamento de Fisiología, Anatomía y Genética en la Universidad de Oxford. Gracias a ella conoceremos hasta qué punto nuestra mente es tan fácilmente manipulable.

De hecho, según la científica, nuestro aparente “yo” es en última instancia una idea de nosotros mismos. Una idea que nos permite ser más eficientes y no caer en el caos tras cada despertar.

En última instancia, esa idea de quien creemos ser es también eso: una creencia.

Pero lo más importante que aborda este documental es el proceso del “lavado de cerebro”; expresión periodística surgida tras la batalla de Corea, cuando soldados americanos que habían sido prisioneros, renegaron de su país y alabaron el modelo de sociedad comunista.

El efecto fue demoledor entre sus compatriotas. ¿Cómo pudo ocurrir este cambio tan drástico?

Según Kathleen Taylor China es la maestra del lavado de cerebro, si bien allí se enfoca desde la perspectiva positiva de que el Estado sabe más que sus ciudadanos y puede ayudarles a mejorar como personas y a ser más útiles a los demás, a su país y a sí mismos.  No obstante –comenta- las técnicas para manipular la conducta de los ciudadanos se remonta a tiempos de la Inquisición.

En aquel entonces se producía un sometimiento mediante la tortura. Hoy en día se logra mediante la educación y la propaganda publicitaria o estatal, consiguiendo que las personas ni siquiera sean conscientes de que han sido manipuladas respeto a la realidad de los hechos.

Para Kathleen Taylor, la educación podría ser el mejor antídoto para el lavado de cerebro porque nos dotaría de una capacidad crítica  y madura de analizar los hechos.

Sin embargo suele emplearse para inculcar en la moldeable personalidad de niños y jóvenes una visión sesgada y pueril del conocimiento y la realidad.

Una visión que interesa a quien contrata al educador: el poder que gobierne el Estado.

Las fases del lavado de cerebro son éstas:  (¿No recuerda a la «pandemia»?)

1.- Aislamiento de la víctima de sus personas queridas y de su entorno. Así, aunque las creencias de la persona sean las mismas, no habrá nadie que se las reafirme y se debilitarán.

2.- Control de todo lo que la persona piensa, escucha o ve, por parte del manipulador. Así, la identidad del manipulado se verá debilitada.

3.-Aprovechando este estado de debilidad, el manipulador pone en duda todas las creencias de la víctima. Le crea incertidumbre, miedo, estrés.

(Es interesante tener en cuenta que el cerebro puede resistir dosis comedidas de incertidumbre, pero es muy vulnerable en situaciones prolongadas de estrés.)

4.- En este estado, la capacidad del cerebro de la víctima para tranquilizarse y pensar queda bloqueada por el estrés.

5.- Si la víctima duda de sus creencias necesita alternativas. Es el momento de ofrecer una nueva perspectiva, una nueva creencia, que será asumida por la mente sin pensar. Por pura necesidad. Por miedo.

6.-Esta interpretación de la realidad se le repite reiteradamente para romper toda su resistencia y conseguir que se familiarice con el mensaje hasta que lo asuma como su «verdad».

7.-Para este cambio de paradigma se hace necesario el uso de emociones, generalmente negativas. Lo que antes respetaba, la víctima ahora lo odiará. Las personas que antes veía como amigos, los considerará enemigos potenciales. El manipulado se aislará sin ser consciente de este proceso, por puro miedo.

Aislamiento. Control. Incertidumbre. Repetición del mismo mensaje y manipulación emocional son las terroríficas técnicas que algunas personas, grupos y gobiernos utilizan para lavar el cerebro de las víctimas y cambiar así sus creencias y su propia identidad.

Este es el proceso esencial, inmutable, con el que se pretende modificar el psiquismo de los individuos de toda una sociedad. Proceso que hoy en día estamos experimentando, con la connivencia de todos los poderes: político, judicial y medios de información. Algunas personas son conscientes de lo que estamos experimentando. Otros se aferran a la verdad oficial que nos ofrecen los medios, y una inmensa mayoría se deja llevar por el fluir de los cada vez más violentos acontecimientos.

¿Existe algún paralelismo de estas técnicas de manipulación mental respecto a la pandemia que afecta a menos del 1 por ciento de la población mundial?

¿Se puede hablar honestamente de pandemia en estos términos de porcentaje?

¿Resulta proporcional el riesgo con las medidas tomadas por los distintos gobiernos?

¿Hasta qué punto estamos experimentando una manipulación planetaria?

Está en cada persona hallar sus propias respuestas o renunciar a planteárselas siquiera.

Oficialmente, estamos inmersos en una pandemia que está desolando el planeta. Pero realmente, con los datos en la mano, al margen de ideologías y creencias, ¿qué estamos viviendo?

Intentar imponer a los demás nuestra opinión no sirve de nada.

Llamar a quien quiera replantearse su propia realidad, es una alternativa.

Replantearse con honesta libertad nuestra perspectiva de lo que es la realidad, es una decisión voluntaria.

En manos de cada persona está esta alternativa.

Aunque parezca de poco valor replantearnos nuestro sentido de la realidad, es justo la llave para que el estado de las cosas revierta.

El Estado y sus medios de comunicación siempre nos darán una visión interesada de la realidad.

Está en ti -sólo en ti- la honestidad, la responsabilidad y la libertad de forjarte por ti mismo una perspectiva de tu realidad: de la realidad en la que sucede tu existencia.

Como en matrix, tienes a tu disposición varias pastillas en función de las corrientes políticas. Pero también tienes tu propia pastilla, la que es afín a tu propia experiencia.

Ten el valor de acercarte a ella, de investigarla por ti mismo, de tragarla y asumir sus consecuencias.

Vivimos en un mundo manipulado donde todo es tergiversado por los gobiernos y sus medios de comunicación.

O asumes algunas de sus corrientes de pensamiento o bien asumes la libertad de forjarte tu único y propio criterio.

Vivimos, hoy en día, sumidos en un lavado colectivo de cerebros.

Confía en el amor, en tu intuición, en ti mismo.

Todo pasará, pero sé honesto con tu criterio más íntimo y honesto.

Ahí está el miedo y la verdad.

Ahí está el valor de ser honesto.

Sé honesto contigo mismo.

Ese es el camino.

Tu camino.
Categorías: Ahora, Aldous Huxley, Alegría, Amar, Atención, Atreverse, Barreras mentales, Cambio climático, Carl Jung, Certeza, Claudio Naranjo, Consciencia, Consumismo, Control, Coraje, Corazón, Crisis, Dinero, Documental, Emociones, En la red, Energía, Entrega, Espiritualidad, Felicidad, Freud, George Orwell, Globalización, Internet, Manipulacion, Muerte, Prejuicio, Relaciones, Renacer, Tierra, YoSoy

Tu email no será público Required fields are marked *

*