El VIAJE DE RIDDHI

El toro loco

toro

Se suele hablar sobre la naturaleza huidiza de la mente y su innata capacidad para socavar nuestra atención. La intelectualización del concepto -intelectualización que como tal realiza la mente- sólo señala la realidad de la experiencia. Experimentar esa realidad -ser testigo en primera persona de su constante huir, esquivo y enfermizo-, genera malestar, dolor: miedo... Ser capaz de mantenerse si quiera por unos instantes atento, centrado -observando sin juzgar-, abre la puerta a un caudal no siempre grato de sentimientos, emociones y recuerdos que creíamos muertos.

La presencia del toro nos enseña a ocuparnos de nuestra propia lidia y a ser comprensivos y compasivos con nuestras constantes cegueras y, por proyección, con las de cada ser humano, que como tal,  por su propia condición, entabla consigo constantemente su propia lidia, tan propia de sí y de sus circunstancias como tan cercana en esencia a la nuestra.

Categorías: El poder del Corazón Puro, Mente, Prejuicio

3 Comentarios, RSS

  1. El Reverendo

    El torero Morante de la Puebla sufrió un trastorno psicológico consistente en episodios sucesivos de crisis de despersonalización. Decía el maestro que, a veces, cuando salía al coso se sentía irreal como sin saber ni dónde estaba ni qué hacía en la arena rodeado del gentío que asistía a la corrida. Yo creo que éso nos pasa o nos puede pasar a todos en algún momento de la vida a consecuencia de períodos de stress psíquico-físico de cualquier etiología. Creo que intentar buscarle un sentido y un porqué a todo lo que hacemos en la vida puede ser contraproducente para nuestra salud física y mental. Mensaje: La omnisciencia es un atributo reservado únicamente al Altísimo y endiosándonos podemos acabar tarumbas. Un abrazo al anfitrión y a todos/as los/as demás.

    • Gracias. Me parece un buen mensaje.

      No conocía la historia de Morante de la Puebla, si bien creo que todos hemos sentido en algún momento ese sinsentido.

      Cierto, Reverendo, que tratar de comprender lo que está más allá de nuestras limitaciones carece de sentido y tienta a la desgracia (si no a la locura), pero a veces, por esa misma incomprensión con que hemos de asumir el misterio de la existencia, saltar a la noche sin ningún paracaídas no constituye una decisión, sino un instinto primario para algunas personas. Han de vivir perdidos durante un tiempo, a riesgo de que no recobren guía ni sendero.

      Un abrazo

  2. Esencia

    Así es, la presencia del toro nos enseña a no huir, en muchos casos de nosotros mismos.

    Atractivo, poderoso, arrogante y dominador como nuestras pasiones, atesora en su indiscutible belleza el misterio de su altiva nobleza.

    Desafío y provocación, en la que confluyen nobleza y pasión poniendo a prueba inseguridades y temores, en la lucha infatigable por el triunfo de nuestro destino.

    Luz y sombra, miedo y alegría, exaltación y rechazo, asombro y emoción, muerte y vida, virilidad que mide en emociones sus fuerzas con la seducción femenina, como la sed con el agua.

    Un abrazo. Buena reflexión la que nos has traído.

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