Anna Breytenbach es una persona con un don para comunicarse con las otras especies, pero no es la única que lo tiene. De hecho, junto a Jon Young, quien participa también en este documental, afirman que esta posibilidad de interactuar con el resto de las especies, con la Naturaleza -de la que procedemos y dependemos para existir, como parte de Ella-, es una capacidad innata e inmutable, presente en todos los seres humanos, que tiende a sumergirse en nuestro subconsciente una vez «caemos» en el paradigma del pensamiento racional y la realidad puramente materialista.
En este interesante documental, se muestra esta capacidad y la realidad que nos despierta; por supuesto, para quien quiera poner en duda las creencias que aprendimos como certezas… Si efectivamente los animales y las plantas tienen su conciencia, su capacidad de expresarse, de sentir e interactuar, la humanidad ha cometido un desastre como civilización al «cosificar» a las plantas y especialmente a los animales, negándoles su condición de seres sintientes, como nosotros.