«Discutiendo la Divina Comedia con Dante» es el título de un cuadro pintado por tres artistas taiwaneses. En él aparecen ciento tres personajes más o menos conocidos de la historia.
Si quieres, haz click sobre la imagen para verla a tamaño gigante e intenta descubrirlos a todos; también aparecen los tres pintores observando con Dante su obra. ¿Te atreves a reconocerlos a todos? 🙂
Quiero compartir con todos una historia real. Su protagonista es una joven portuguesa de 26 años que actualmente se encuentra en coma debido a la deficiencia que padece; una dolencia con una denominación tan fría comomiocardiopatia dilatada. De haber tenido la fortuna de recibir a tiempo un órgano para realizársele un transplante, quizás hubiera podido rehacer su vida.
Todos los años me hago solemnemente, al menos una vez, el propósito de ser un guerrero espiritual, y al hilo de esta intención quisiera compartir estas líneas contigo…. (más…)
Carl-W. Röhrig nació el 12 de noviembre de 1953 en Munich. En 1971 decide convertirse en artista inscribiéndose en la Academia de Profesionales Gráficos de Munich, comenzando posteriormente a participar en películas americanas de dibujos animados.
El padre dominico José Fernández Moratiel, en su escuela del silencio, nos anima a aprender lo que nadie nos puede enseñar, como expresa en este cuento.
También puedes encontrar en su página afirmaciones y pensamientos dignos de ser meditados, centrado principalmente, en el valor profundo del silencio.
Este mes en el blog «Trazando caminos» el silencio es el protagonista. Meme, uno de los participantes, nos ha obsequiado con este video centrado en frases sobre el silencio. Frases dignas de ser leídas y meditadas.
En el transcurso de una conferencia, un profesor de la Universidad de Berlín propuso la siguiente pregunta:
-¿Dios creó todo lo que existe?
Todos respondieron: -Sí, Él lo creó.
El profesor sonrió satisfecho, antes de decir:
-Si Dios creó todo lo que existe, entonces Dios hizo el mal, ya que el mal existe. Y si establecemos que nuestras obras son un reflejo de nosotros mismos, entonces Dios es malo.
Los jóvenes se miraban sin saber qué decir, mientras el maestro disfrutaba de su capacidad para demostrarles que la fe era un mito. Pero un estudiante levantó entonces la mano y dijo:
-¿Puedo hacerle una pregunta, profesor?
-Por supuesto.
-¿Creo usted, profesor, que el frío existe?
El profesor lo miró con guasa. -¿Pero qué preguntas, hijo?… ¿No sientes frío ahora mismo?
Los alumnos se rieron. Pero el muchacho se mantuvo:
-En realidad, señor, el frío no existe. Según las leyes de la Física, lo que consideramos frío, en verdad es la falta de calor. Todo cuerpo u objeto es factible de estudio cuando posee o transmite energía; el calor es lo que hace que este cuerpo tenga o transmita energía. El cero absoluto es la ausencia total de calor; todos los cuerpos quedan inertes, incapaces de reaccionar, pero el frío no existe. Nosotros creamos esa definición para describir de qué manera nos sentimos cuando no tenemos calor.
El profesor prefirió no decir nada.
-Y la oscuridad, ¿existe?-continuó preguntándole el estudiante.
El profesor se vio obligado a responder:
-Por supuesto que sí. Claro. Existe.
-La oscuridad, en realidad, es la ausencia de luz. La luz la podemos estudiar, ¡La oscuridad no! A través del prisma de Nichols, se puede descomponer la luz blanca en sus varios colores, con sus diferentes longitudes de ondas, ¡La osucuridad no! ¿Cómo se puede saber que tan oscuro está un espacio determinado? Con base en la cantidad de luz.
Finalmente, el joven preguntó al ya incomodado profesor:
-Señor, ¿el mal existe?
El profesor no pudiendo evitar mostrar cierta indignación, respondió:
-Hijo, como os demostré antes de tus estúpidas preguntas, el mal existe.
El estudiante respondió:
-No profesor: el mal no existe por sí mismo. El mal es simplemente la ausencia del bien. Al igual que la luz y el calor, el mal es una definición que ha buscado el hombre para describir la ausencia del Bien, de “Dios”. “Dios” no creó el mal: el mal es el resultado de la ausencia del “Amor”, de “Dios”, del “Bien” en el corazón de los hombres.
La sala de conferencias estalló en aplausos.
El nombre de ese aventajado alumno era Albert Einstein
Alex Grey se ha convertido en uno de los máximos representantes del arte visionario. Su obra «Sacred Mirrors» ha sido traducido a cinco idiomas. Sus imágenes provocan toda clase de sensaciones, menos la indiferencia; para algunos, constituyen auténticas herramientas de meditación.
Matt Harding es un ejemplo de cómo una acción sencilla, sin palabras y que puede ser catalogada estúpida por la mente –por ilógica-, puede sin embargo comunicar tan fielmente el mensaje: más allá de las diferencias formales, todos somos uno.
Poco queda por decir… Sólo resta unirse a su baile.