Ir y quedarse, y con quedar partirse,
partir sin alma, y ir con alma ajena,
oír la dulce voz de una sirena
y no poder del árbol desasirse;
arder como la vela y consumirse,
haciendo torres sobre tierna arena;
caer de un cielo, y ser demonio en pena,
y de serlo jamás arrepentirse;
hablar entre las mudas soledades,
pedir prestada sobre la fe, paciencia,
y lo que es temporal llamar eterno;
creer sospechas y negar verdades,
es lo que llaman en el mundo ausencia,
fuego en el alma, y en la vida infierno.
No sé si sabrás del fenómeno sucedido en España. Un fenómeno que se está transformando o transmutando… Un fenómeno esperanzador por cuanto tiene de alzamiento pacífico de la población ante un sistema que se desploma por corrupción, inviabilidad e incompetencia.
No solemos abordar en este espacio estos temas. Ideologías políticas suelen ir hermanadas con emociones viscerales y posicionamientos condicionados que parten del «nosotros frente a ellos».
Pero bueno, nos toca vivir lo cotidiano, aunque de algún modo todos tengamos ese punto de encuentro con uno mismo; quizás de huida. La televisión cumple su labor «social» en ello. Pero tras ese encuentro, evasión o aletargamiento, nos toca volver a vivir y a enfrentarnos a la realidad de los hechos; la realidad que se huele y toca.
Y si no, ahí tenemos un ejemplo tragicómico. La inocencia en postura casi fetal acribillada por exaltados uniformados. El abuso, no de ideologías ni de movimientos, sino al final, en los hechos -en los hechos que se huelen y se palpan-, el abuso hacia el pobre sin dinero.
Los tiempos están cambiando… en una espiral de eterno presente. Sólo queda al individuo tomar su propia decisión y saltar al otro lado: ir y experimentar la vivencia. Luego, pues es ley de vida, nos toca quedarnos y vivir el mundo de las cosas. Un mundo actualmente en tránsito, resistiéndose en sus poderes a facilitar lo que una mayoría creciente demanda: paz, fraternidad y un poco de justicia. Un mundo donde cada vez más personas eligen mantenerse cuerdas, aunque aun sea cosa de locos.
Pues es precioso, me ha emocionado verlo, leerlo y escucharlo.
Gracias Juan 🙂
Muchas gracias Isabel. Lamentablemente esta tarde ha vuelto a brotar la violencia.
http://politica.elpais.com/politica/2011/06/09/actualidad/1307611727_320509.html
Es una pena que la ciudadanía tenga que salir a la calle, y un riesgo terrible que no quieren ni admitir ni asumir, quienes -como responsables políticos- no toman las medidas para que esta situación que atravesamos como país no degenere en más graves revueltas.
En todo caso, la vida sigue con sus luces y sombras, y está en manos de cada uno vivirla de la forma más dichosa que pueda, participando según su criterio en intentar arreglar entre todos esta crisis anestesiada que ya grita ¡Basta!
Un abrazo 🙂
Ya lo he visto Juan…sabes lo peor y lo que más me cuesta? aparte de no entender como nuestras queridas fuerzas del orden (que al fin y al cabo son ciudadanos igual) no se niegan a arremeter contra las personas… y la violencia y la contundencia con que la ejercen 🙁
Esto, luego explícaselo a los niños que alucinados ven las imágenes que ofrecen en las notícias. Yo no tengo palabras para mi hija…no sé justificarlo, no sé ni como digerirlo yo
Abrazo grande