«Respira profunda y suavemente como si fueras el creador de tu existencia, como si tu respiración fuera el corazón en el que late el Universo entero. Olvida tu cuerpo, olvida tu identidad. Olvida la idea de ser una persona en un cuerpo humano… Simplemente, date cuenta de todo lo que es observado en “tu” presencia, de todo lo que es pensado en “tu” mente, de todo lo que es sentido en “tu” ser… En esa observación consciente, tan íntima como impersonal, se halla el puente hacia el Amor». *
Que ese puente se nos haga realidad en 2021.
¡Felices Fiestas para todo@s!
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* Fragmento de un diálogo de Sattva, personaje de «El viaje de Riddhi»
Ser consciente es darse cuenta de cómo te sientes al sentir que existes en el instante presente. Es un proceso vivo, universal, instantáneo e impersonal. Ahora mismo por ejemplo, yo me estoy dando cuenta de que estoy tecleando estas palabras, del sonido de las teclas, de su tacto, del picor de mis ojos cansados por el brillo de la pantalla, de algunos pensamientos que tratan de ganarse mi atención, de la sensación de pesadez en la base de mi espalda, etc. Paradójicamente (e imposible de aceptar para nuestra mente racional) es el mismo instante de darse cuenta -la misma naturaleza- que vives ahora mientras lees estas palabras y te das cuenta de tus propias circunstancias “internas” y “externas”. Esa naturaleza imperecedera se corresponde con la conciencia. La conciencia es ese campo de atención, ese espacio invisible e ilimitado en el que cada ser sintiente vive su experiencia subjetiva de existir. La conciencia es este instante intemporal, este espacio sin formas ni límites, en que la Vida sucede…. (más…)
Nuevo video de nuestro canal Apoyando. En esta ocasión compartimos una selección de reflexiones de Jan Kersschot , extraídas de su página de Facebook «Filosofía Transpersonal«, en las que aborda temas como la Consciencia, el Ser y la ilusoriedad de la persona como identidad.
Los peores miedos para la mayoría de las personas son justamente aquellos de los que no tenemos consciencia. Surgen de repente ante una situación que los activa. Suelen generar una contracción desagradable y punzante en una o varias partes de nuestro cuerpo, que suelen ubicarse en el centro de nuestra cabeza, garganta, estómago, rodillas, tobillos, etc. Miedos no asumidos que permanecen agazapados en nuestro ser.
En estos días de obligado confinamiento estoy ultimando un proyecto en el que llevo embarcado varios años. Se trata del libro que dio origen a este blog allá por 2007. En su cubierta aparece este símbolo: un kanji escrito en un huevo. Esta es su breve historia, por si te apetece conocerla.
Hace unos años asistí a un cursillo de caligrafía japonesa impartido por la artista Satomi Morimoto. Ya entonces me rondaba la idea del libro de Riddhi, aunque sólo tenía en mente el título y su tema central: «el poder del corazón puro». Al ser una expresión ambigua, me pareció interesante saber cómo se escribía en caracteres japoneses, e incluirla también en la trama del libro. Satomi Morimoto accedió gentilmente a mi petición y realizó con destreza este kanji.
Recientemente he querido conocer el significado concreto del kanji que me escribió, por si tuviera alguna particularidad en su significado. Gracias a un foro de lengua japonesa he podido hallar la respuesta. Así supe que el kanji 純 心 está compuesto por dos elementos:
純
Cuyo significado es variable en función del «contexto» como todos los kanjis, pero que puede significar «genuino», «inocente», «puro». Y
心
que curiosamente puede significar «corazón», «mente» o «espíritu».
Retomando el mensaje que aparece en la portada del libro, se trata de ahondar cada uno en el poder inherente que nos brinda la vida, que es la vida misma en su misterio. Ese poder -esa latencia- suele ser ocultado o sepultado por el poder mental: el poder de hilvanar pensamientos y establecer asociaciones racionales entre dualidades contrarias, recreando una realidad fragmentada entre los objetos evaluados -seres, cosas, ideas (lo «externo»)- y el sujeto que toma consciencia de tales pensamientos (lo «interno») -«yo»-. Simbólicamente, al poder fragmentador de la mente humana se refiere el «árbol del conocimiento»; aquel que según la Biblia hizo perder la inocencia a Adán y Eva.
El poder del corazón puro puede equipararse -desde la naturaleza fragmentaria de las palabras- a la pureza, la inocencia, la integridad o la honestidad que habita en cada uno de nosotros, y que se manifiesta de igual forma (pura, inocente, íntegra, honesta y espontánea) a través del corazón, de la mente y del espíritu; o dicho de otra manera: se expresa a través de los sentimientos, los pensamientos, las emociones o desde la intuición, especialmente en la «visión» de lo trascendente con que a veces nos sorprende la vida.
En estos tiempos de paradigmas rotos, este poder tan mágico como ordinario que a todos nos posee, nos está llamando a despertar: a permitir que el muro de nuestras mentes y sus paradigmas cedan ante el corazón puro que habita en cada ser sintiente y de manera exponencial en nosotros, los humanos. La aventura está a la vista. Es tiempo para el juego de héroes y villanos.
Krishnamurti nos invita a seguirle en una meditación para adentrarnos en la esencia del miedo, en su fuente. Básicamente es el pensamiento y el tiempo psicológico (o lo que es lo mismo, el tiempo mental -el pensamiento sobre lo temporal-, ya sea en forma de recuerdos o divagaciones). Ahonda en este encuentro en una de sus frases más en boga en esta época: «No es signo de buena salud estar bien adaptado a una sociedad profundamente enferma».
Este video ha logrado hasta este momento esa valoración. Eckhart Tolle nos confronta con la realidad que nos toca a cada uno vivir en este tiempo excepcional, pero además nos deja unas claves para darnos cuenta y no caer tan fácil y compulsivamente en el juego de la mente, especialmente en las emociones destructivas como el miedo ante lo imaginado o el sufrimiento.
Nuevo video en nuestro canal: una reflexión de Sergi Torres sobre la importancia de permitirnos sentir. Explora el espacio entre la mirada del otro y lo que vemos en sus ojos, una oportunidad para conocernos mejor a través de las emociones que surgen. Aunque a veces sea incómodo, el otro actúa como un espejo que refleja aspectos de nosotros mismos que a menudo evitamos enfrentar.
Tú eres el lienzo, tú eres la página, tú eres el contexto, tú eres el cielo, tú eres el océano.
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La ola, sí, aparenta tener vida, se siente como si fuera diferente; que fue creada, que fue hecha (independiente) pero esa ola va a elevarse y caer, va a terminar en alguna playa, en algún lugar, y ese es todo el dilema…
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El océano asume que es una ola. Tan simple como eso.