Muchos eruditos reconocidos en sus ámbitos de estudio sobre el ser humano, resaltan que la sociedad ejecuta siempre una función de adiestramiento de las personas a costa de reprimir lo sublime de cada individuo. La sociedad nos hace más adaptables a la convivencia productiva, pero no más abiertos de mente para permitir la libertad del otro, para honrar y respetar su singularidad, por hiriente, chocante, ridícula o incomprensible que inicialmente nos parezca; para tratar al otro, como mínimo, con el mismo respeto con que nos tratamos a nosotros mismos.
La Compasión es Mujer
«Si tú no amas, no puedes ser revolucionario»- Kihili Kunturpillku
A Dios, Madre
El camino sin camino
Si no te defines, ¿qué eres?
“Ram Tzu tiene una pregunta para ti…
Si no te defines a ti mismo
Por lo que otros piensan de ti.
Y
No te defines a ti mismo
Por lo que tú piensas de ti mismo.
¿Qué eres?»
Wayne Liquorman


