El VIAJE DE RIDDHI

Belleza

El viaje de nadie a ninguna parte from Andy Feldman on Vimeo.

«El viaje de nadie a ninguna parte» es un documental amateur de Andy Feldman que a modo de cuaderno de notas nos muestra el efecto que produce en él y su pareja un largo viaje iniciático recorriendo la India y contactando con sabios y gurus como Ladu Baba, Cesar Teruel, Dalai Lama, Ajit Telang, Mooji, Tenzin Ojung o Prem Baba, con fragmentos subtitulados de sus encuentros.

En palabras de Ladu Baba:

«Experiencia, propia experiencia.

Haz la práctica y luego tendrás la propia experiencia».

 
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Dolano (1952) es una maestra que en su camino entre el zen y la vía advaita, ha recorrido las enseñanzas de Ramana Maharshi, Osho, Papaji y Gangaji.

En este video se centra en explicar la esencia de la meditación práctica, viva, más allá de cualquier técnica o visión espiritual o religiosa. También explica por qué el «sendero» del supuesto «buscador» ha de ser largo y difícil.

         
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«Los chamanes y sanadores son personas heridas que aprenden a curarse a sí mismas; y al aprender a recuperar su salud adquieren la capacidad de curar a otros. Es un proceso espontáneo y natural.

La vocación de ser chamán es muy parecida a la vocación de enfermarse, pues tiene que ver con la vocación del descontento, de no conformarse con lo que otros se conforman.

Un chamán es alguien que siente demasiado sus heridas.

Todos nacemos heridos, por el impacto de nacer al mundo.

La mayor parte de la gente se adapta, pero el chamán es el extremo contrario: tiene demasiado contacto con su experiencia.

Y ese descontento lo lleva a que no le queda otra opción que arreglarse el alma, encontrando en ese camino cosas que otros no encuentran.»

Claudio Naranjo.

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Desde un enfoque adaptado a la modernidad de nuestro tiempo, su mensaje intemporal nos plantea la pregunta que ha originado el deseo más primario de la humanidad: saber qué somos.

«¿Quién soy?» nos conduce desde las percepciones y razonamientos hasta más allá del pensamiento; o mejor dicho, hacia antes de su formación. Finalmente, la atención se centra en ese espacio vacío y sin límites en el que transcurre la experiencia íntima de cada uno -en cuanto individuo que creemos ser-, y la vida y el entorno que creemos nos rodea. Realizar el «Samadhi» significa despertar/avivar/expandir nuestra atención más allá, más cerca, -antes- del pensamiento errado de creerse una «persona»; esto es, un ser humano, aislado e independiente, que piensa e interactúa con el mundo hasta su muerte, gracias a su cuerpo y a su mente.

La experiencia más allá, más cerca, antes del pensamiento inicial que recrea en cada ser la matriz que conforma nuestra realidad aceptada del mundo físico y material, constituye el albor del establecimiento del Samadhi: el estado Real de la Conciencia, del Ser, de «Dios». «Lo» inefable, por cuanto es el Espacio -Único, Consciente y Vacío-, en que cada ser vivo es consciente de que es -de que existe- mientras transcurre la experiencia de su vida. Tomar Consciencia de la Unicidad del Espacio que «sostiene» el flujo fenoménico de la Vida (la manifestación física de Toda la Existencia) exige dejar atrás la idea de ser una identidad propia y separada. Sólo así podemos desvelarnos en el Ser: en el Vacío con potencial Absoluto de Lo que Es, cual Uno en su Totalidad, momento a momento.

Como advertía el misticismo medieval: «Es el Misterio de los misterios»… El Misterio que habita en toda la existencia y en todos nosotros. No hay que temerLo, ni temer perderLo; ni a Su juicio, ni a ser lo suficiente bueno o justo para obtenerLo: La Maravilla que ya Somos espera nuestro despertar por toda la eternidad 🙂 Es lo que Somos justo en este instante. Es lo que Es. Ahora. Siempre. En Absoluta Plenitud. En Infinita Inteligencia. En Amoroso Vacío. Momento a Momento.

«Samadhi es despertar de la identificación con la prisión a la cual llamo -yo-«,  se afirma en el video. Samadhi es un instante de eternidad consciente Absoluta, y un retorno dichoso a este juego de luces y formas, de vidas y muertes, de goces y horrores, de mentiras y creencias; de la idea juguetona, tortuosa y fantasmagórica a la que hemos consagrado nuestra existencia y civilización: la idea que piensa ser un «yo» fisico y mental, aislado en su universo personal, destinado tras nacer, a morir.

Algunas capturas de este interesante documental.

 
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«Un total de cuarenta y ocho fotos del Sol, superpuestas. Hechas durante un año, una vez por semana, en el mismo sitio y hora. El punto más alto es el solstício de verano y el más bajo el de invierno. Formando así la Lemniscata: símbolo del infinito».

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LAGO NAIVASHA

Nos recibió el lago Naivasha un día gris y caluroso. Pertrechados con chalecos salvavidas (a pesar de que el nivel del agua apenas nos llegaba al pecho), pudimos contemplar águilas y cebras. Tras un largo viaje hasta Kenia, fue nuestro primer encuentro con la naturaleza salvaje que África nos prometía.

RESERVA MASAI MARA – SERENGETI

Al día siguiente conocimos un poblado de masáis. Considerado como “los gitanos de África”, han sabido mantener y hacer valer sus tradiciones en los distintos países en que fue dividido su territorio. Junto al cuidado tradicional de sus vacas (que consideran sagradas y les permiten su sustento), el turismo ha ido convirtiéndose poco a poco en una fuente importante de ingresos. La representación que nos hicieron con cierta dejadez de sus danzas, no dejó de impresionarnos. Tras los bailes nos mostraron algunas de sus chozas, construidas con los excrementos de su ganado y que consistían en tres pequeñas oquedades y una fogata en el centro. En unas de las paredes, un minúsculo respiradero no impedía que el aire nos resultara irrespirable.

Continuamos recorriendo el Seregenti, “la llanura sin fin”. Su belleza, su majestuosidad, su inmensidad, nos permitió contemplar toda clase de animales salvajes viviendo libres en su medio. Contemplamos manadas de hipopótamos, de cebras, ñus, búfalos… Vimos jirafas, familias de elefantes y un rinoceronte y su cría, que no dudaron en despejar de su ruta a una manada de búfalos. Y de camino al campamento, un nuevo atardecer puso el broche al día.

LAGO VICTORIA – SERENGETI

Nos despertamos de madrugada y pudimos contemplar el amanecer desde el Seregenti: una de las mejores experiencias del viaje. Partimos temprano y recorrimos pueblos y más pueblos. Así, disfrutando durante el trayecto de la perspectiva en lo alto del camión, recibimos saludos y devolvimos saludos; y en ese dar y recibir percibimos una humanidad más espontánea y viva. Mucha felicidad honesta en los rostros de las personas. Y mucha pobreza.

Llegó el momento de atravesar el Lago Victoria, dándonos cobijo en una de sus islas -con aves, infinidad de aves, y una horda inimaginable de mosquitos-… y otro bello atardecer. Y tras la cena, algunas conversaciones al abrigo de una fogata.

Despertamos con la visión de las águilas posadas en la costa, bebiendo agua del lago, justo enfrente de nuestro campamento. Ese día visitamos un poblado cercano de pescadores. A través de sus viviendas de hojalata nos mostraron cómo secaban los pescaditos al sol, cómo recogían sus barcas y cómo tasaban y limpiaban su pesca. Fuimos invitados también a su humilde escuela y a acompañarles en un cántico de bienvenida de sólo tres sílabas: “Ia-ya-ya”. Más tarde nos acompañó un arco iris y niños y más niños; cándidos la mayoría y algún que otro pillastre… Y tras pasar la tarde libre, para descansar de tanto viaje, cerró el día un atardecer solitario entre aves.

Nuevo amanecer y “supermadrugón” (4:30). Dejamos el Lago Victoria aún de noche y retornamos a la llanura tostada, verde y viva, con ese cielo azul intenso y el peregrinar de nubes blancas. En esa jornada observamos a los buitres y a las hienas manchadas. Y a un imponente león, tumbado con elegancia felina sobre una pequeña loma, con su pelaje bailando al son del viento como la hierba en el horizonte. Vimos también en la lejanía, leopardos y guepardos, y leones copulando, y monos, y más ñus y más cebras…

Aún nos quedaría la visita al Crater del Ngorongoro y a su incomparable entorno. O el viaje en avioneta hasta Zanzibar, visitando Stone Town, una de las ciudades históricas más bellas de Africa (Patrimonio de la Humanidad) o las famosas playas de Jambiani y Bewjuu, con sus tonalidades esmeraldas, el encanto de las mujeres pescadoras recolectoras de algas o el restaurante la roca… Mejor verlo en video.

CONCLUSIÓN:

¿Recomendaría este safari mochilero en camión por 2000 kilómetros de espacios naturales en África?: sin duda. Es un viaje a realizar por todo aquel que sienta amor por los animales, la vida y la naturaleza.

 

 

 

 

 

 

 

 

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Captura de pantalla 2015-12-25 a la(s) 19.35.05“La mejor forma de ayudar a alguien es llevarle más allá de la necesidad de ayuda”.

Nisagardatta Maharaj

El indalo es una figura ancestral. Descubierta en la Cueva de los Letreros, en Almería, se trata de una pintura rupestre de la Edad del Cobre. Muestra a una figura humana con pies y brazos extendidos y unidos en un arco.

Representa al cazador, pero también a la fertilidad de la tierra. Su postura con las piernas bien extendidas simboliza a un ser enraizado en la vida. Los brazos extendidos y la bóveda que los une simboliza su integración con toda la existencia.

... (más...)
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