El VIAJE DE RIDDHI

Niñez

 

En estos días de obligado confinamiento estoy ultimando un proyecto en el que llevo embarcado varios años. Se trata del libro que dio origen a este blog allá por 2007. En su cubierta aparece este símbolo: un kanji escrito en un huevo. Esta es su breve historia, por si te apetece conocerla.

Hace unos años asistí a un cursillo de caligrafía japonesa impartido por la artista Satomi Untitled 2Morimoto. Ya entonces me rondaba la idea del libro de Riddhi, aunque sólo tenía en mente el título y su tema central: «el poder del corazón puro». Al ser una expresión ambigua, me pareció interesante saber cómo se escribía en caracteres japoneses, e incluirla también en la trama del libro. Satomi Morimoto accedió gentilmente a mi petición y realizó con destreza este  kanji.

Recientemente he querido conocer el significado concreto del kanji que me escribió, por si tuviera alguna particularidad en su significado. Gracias a un foro de lengua japonesa he podido hallar la respuesta. Así supe que el kanji 純 心 está compuesto por dos elementos:

Cuyo significado es variable en función del «contexto» como todos los kanjis, pero que puede significar «genuino», «inocente», «puro».   Y

que curiosamente puede significar «corazón», «mente» o «espíritu».

Retomando el mensaje que aparece en la portada del libro, se trata de ahondar cada uno en el poder inherente que nos brinda la vida, que es la vida misma en su misterio.  Ese poder -esa latencia- suele ser ocultado o sepultado por el poder mental: el poder de hilvanar pensamientos y establecer asociaciones racionales entre dualidades contrarias, recreando una realidad fragmentada entre los objetos evaluados -seres, cosas, ideas (lo «externo»)- y el sujeto que toma consciencia de tales pensamientos (lo «interno») -«yo»-. Simbólicamente, al poder fragmentador de la mente humana se refiere el «árbol del conocimiento»; aquel que según la Biblia hizo perder la inocencia a Adán y Eva.

El poder del corazón puro puede equipararse -desde la naturaleza fragmentaria de las palabras- a la pureza, la inocencia, la integridad o la honestidad que habita en cada uno de nosotros, y que se manifiesta de igual forma  (pura, inocente, íntegra, honesta y espontánea) a través del corazón, de la mente y del espíritu; o dicho de otra manera: se expresa a través de los sentimientos, los pensamientos, las emociones o desde la intuición, especialmente en la «visión» de lo trascendente con que a veces nos sorprende la vida.

En estos tiempos  de paradigmas rotos, este poder tan mágico como ordinario que a todos nos posee, nos está llamando a despertar: a permitir que el muro de nuestras mentes y sus paradigmas cedan ante el corazón puro que habita en cada ser sintiente y de manera exponencial en nosotros, los humanos. La aventura está a la vista. Es tiempo para el juego de héroes y villanos.

 

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«El mandamiento cristiano de «amar al prójimo como a uno mismo, y a Dios por encima de todas las cosas» no se refiere en verdad a un solo amor, sino a un equilibrio entre tres amores: al YO, al TU, y al EL,  y no se trata de amar al prójimo más que a uno mismo, sino de amar al ser humano -tanto en el otro como en uno mismo- y más aún lo sobrehumano.

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«De esta contienda habla James Hillman en “Vivir con la sombra” con las siguientes palabras: “Amarse a uno mismo no es una tarea nada sencilla porque eso significa amar todo lo que hay en nosotros, hasta la misma sombra que nos hace sentir inferiores y socialmente inaceptables. Así pues, la curación requiere también del reconocimiento moral de los aspectos más despreciables de nosotros mismos y de la aceptación amorosa y alegre de su misma existencia”.

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«Un adulto que revisa y restaura su relación con su niño o niña interior no se vuelve más infantil, sino más completo. Sencillamente, siente su pecho más habitado, y esto es lo que desencadena, a su vez, otros tipos de cambios para él y su entorno. Adquiere la libertad de poder acceder a la energía y a las riquezas que le eran propias en su infancia, haciéndolo de una forma consciente, cuando lo desea o lo necesita, y de la manera más sintonizada con su experiencia interior. Extrae de su historia personal, desarrollada en esta parte de su vida, toda su riqueza y enseñanza, mucho más allá de la calificación en buenas o malas experiencias».

Alain Vigneau

 

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«La Natividad», de Georges de La Tour (1640)

Parece que este año se vive la desesperanza en muchos aspectos, y su más peligroso aliado: el miedo a lo que pueda traernos la vida. Esta situación es palpable a lo largo del año, observando el ambiente enrarecido de medios y redes y la irritación emocional en la que ha derivado tanta indignación no canalizada. Este ambiente enrarecido ha dado lugar a unas relaciones entre extraños frías, soterradamente agresivas… Parece que quedaron en el pasado las formas primigenias del trato entre semejantes -la llamada asignatura de «urbanidad»-, en la que resultaba inconcebible no entrar en un recinto sin desear los buenos días a los presentes, o tan sólo apreciar su presencia saludándolos. Ese vínculo parece que hoy en día ha pasado al olvido, como compartir con propios y extraños las luces navideñas. … (más…)

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«Aunque estar presente es simple, no es tan fácil permanecer presente mientras vives tu vida, trabajas y participas en tus relaciones. Estamos constantemente siendo arrastrados hacia el mundo de la mente. Si vas a integrar la Presencia en tu vida cotidiana, hay una serie de pasos que tienes que tomar y unas pautas que deberás seguir.

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“Lo importante no es con qué nacemos, sino qué hacemos con ello”.

Alfred Adler

Excepcional trabajo sobre la psicología según Alfred Adler, de la mano de Ichiro Kishimi, traductor de su obra al japonés y Fumitake Koga, escritor profesional, mostrando un punto de vista práctico y experiencial. A diferencia del enfoque etiológico de Freud (todo trauma tiene una causa), Adler postuló la teleología, una visión de propósito; es decir, empleamos nuestros razonamientos sobre el pasado y sobre quienes creemos ser para autojustificarnos y recrear una realidad que nos “exculpe”.  Aboga por un planteamiento holístico (la vida no es lineal sino puntos, momentos de por sí completos, sucesión de “ahoras”) en vez del enfoque continuo y temporal de Freud (el comúnmente aceptado), de la historia personal, en la que hubo un trauma que es la causa de tal o cual comportamiento, limitación o bloqueo actual; y hay una supuesta meta en la que, una vez alcanzada, el individuo podrá volver a vivir por “completo”. Para Adler, cada momento es completo: ningún momento de nuestra vida es un medio para un fin, sino que cada instante es merecedor de plenitud por sí mismo, por el hecho de estar experimentado nuestra existencia. (más…)

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Un gran regalo que nos ofrece el pintor e investigador Arno Stern, en esta conversación con su hijo, André Stern, escritor y compositor musical: la historia de su vida. Una vida que pudo haber sido marcada por el trauma de la Segunda Guerra Mundial, pero que dio origen por lazos del destino y de la intuición de su padre, a una experimentación de la libertad y conocimiento inherente que está en cada individuo; especialmente en su etapa más pura: la infancia.

Para él, la «Formulación» es la expresión de lo que hay más humano en nosotros. Entiende la «Formulación» como el hecho de que el ser humano comparte una “memoria orgánica” universal, «que se expresa a través del “juego de pintar”, con dibujo libre y espontáneo».  En ese juego de manifestación, de expresión, se comunica lo más humano porque trasciende a las limitaciones lineales del lenguaje verbal o conceptual; es puramente vivo y simbólico.

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No sabemos si Adolfito tiene realmente tanto miedo a la señora invisible que de cuando en cuando habla dentro del coche, o bien está jugando con la plena entrega con que sólo los niños saben jugar… En todo caso, es un bonito reflejo de nuestra inocencia esencial, especialmente tras caer -como caemos todos en este mundo encarnado- en el juego ilusorio de las apariencias de los sentidos, que nos «muestran» aparentemente la «realidad». Así como el juego -a veces triste y despiadado- de los prejuicios y creencias sobre lo que es la vida, el universo, sobre lo que nos une o nos separa o, simplemente, sobre qué o quiénes somos cada uno de nosotros.

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