Hace unos días en casa de mis padres aprovechamos la ocasión para reunirnos, pasar un buen rato y recuperar una viaje tradición: hacer rosquetes navideños tal y como se hacían desde hace más de setenta años. Mi padre, cercano a los noventa, nos facilitó la receta y nos guiaba con los pequeños detalles que da la experiencia y que acaban reflejándose en la calidad de lo cocinado. Ésa era nuestra intención al menos 🙂
Comencemos por los ingredientes:
6 Huevos frescos
12 cucharadas soperas de azúcar (si quieres que quede dulzón).
10 » » » aceite (más un litro para freir)
02 sobres de polvo Royal (click aquí)
01 copa de anis
0,5 kg de Harina
01 limón
Matalahuga
Teniendo ya los ingredientes al alcance, colocaremos la harina haciendo un hueco en su centro. Allí vertiremos los huevos con su clara y yema, el aceite, el azucar, la ralladura de la corteza del limón, la matalahuga, los polvos Royal y la copita de anis.
Luego comenzaríamos la labor de hacer la masa, que consiste en ir mezclando la harina con el contenido sin romper el círculo. Esto se consigue echando harina cogida del borde interior del surco circular, en el contenido, amasándolo con cuidado para que vaya volviéndose más compacto.
El resultado final ha de ser una masa compacta y pegajosa como ésta:


Dedicada a mi familia y a mis seres queridos, así como a la compañera Bet, que desde su blog Sabores eternos nos enseña a practicar esta alquimia y a la que había prometido hace años una entrada como ésta.


Uhhmm, que buena pinta…hay un ingrediente que no lo has dicho pero se intuye en la receta…un buen puñado de AMOR 🙂
Gracias por estas recetas de Rosquetes navideños canarios
Y también aprovecho para desearte a ti, a los tuyos y a todos los que pasamos por aquí a hacer parada, que este año que entra y que parece delicado, sea capaz de sacar lo mejor de nosotros y que la salud y el amor al menos, se queden a nuestra vera 🙂 para darnos fuerza y aliento.
Abrazos sinceros
Igualmente, guapa. Extensivo también a todos.
Besos.
Gracias Isabel. La verdad es que la excusa fue realizar estos rosquetes para no perder la receta, pero lo esencial era compartir instantes, hacer cosas juntos, reunirnos. Comparto tu valoración y deseo en cuanto al próximo año. Un Abrazo : )
Ay!!! esos fogones tinerfeños que hacen la delicia de quien los conoce. Esas recetas de familia, que atesoran secretos y recuerdos y que hoy tú compartes con nosotros.
Tomo buena nota, para meterme en harina cuando llegue a mi tierra y poner así una nota de la tuya en la mesa familiar. Será una buena manera de sentiros más cerca en esas Fechas.
Un abrazo y muchas gracias, cocinero.
Di que sí 🙂 Un buen fogón, unos buenos ingredientes y unas gotas de cariño hacen magia en cualquier parte del mundo. Los rosquetes son sencillos, pero una buena compañía -o como ha sido este caso- una preparación en familia, lo convierten en un manjar por la historia y los momentos que los hicieron posibles. Un fuerte abrazo y feliz año.
Ay,me matáis..!!!…Con lo que a mí me gustan estas cosas ( y lo poco que me convienen…).Las probaré más adelante;se parecen a las rosquillas de anís que decimos por aquí…¡vais a acabar conmigo…!…que no tengo voluntad cuando de dar al manduque se trata…bueno,dulces fiestas a todos los Riddheros,así como un próspero año nuevo que os deseo pleno de «dulzuras»,en todos los sentidos.
Je je Cristian…en eso nos parecemos algo..con las deliciosas comidas cuesta mucho resistirse!!! muchas dulzuras también para ti, pero de esas que no engordan el cuerpo sino el alma 🙂
Unidos estamos en ese grupo. Pero a fuerza de privarnos de los pequeños grandes placeres, viviremos más tiempo pero ni en frío ni en caliente 🙂 Un abrazo y gracias cristian