«No digas te quiero, regala amor y cuando me acerque, entonces tu amor y el mío será “uno”: el amor que “une”. Regala amor puro, sin condiciones, sin medida, sin orden…, ama! y no mires a quién ni cómo.   Entiende que, cuando el amor visita desborda, entonces la mente calla. Es momento de escuchar al corazón o, más bien, a lo que hace que palpite.   Amor atemporal… amor sin esfuerzo. Amor al mirar, amor al tocar, amor al respirar… Amor a la vida, amor al amar ama la vida ahora porque ahora es su manifiesto, su celebración.   Ahora se está dando, ahora, siempre ahora. el ayer ya se fue y el mañana nunca llegó. Ama la vida porque solo en ella podrás entender lo que se intenta expresar ahora, solo el vivo entiende que el amor solo se puede dar y, en la acción de darlo, se siente completo, vivo; únicamente entonces se siente lleno.   El que ansía recibir es porque aún se cree recipiente, hasta ver que no es así, que no hay fondo, que la vida se nos da para darlo todo, que todo es vida y tú eres todo. Que el amor no se destruye se fragmenta, que el miedo no es más que el rechazo al amor, que no hay nada que temer, ni nada que perder, que nunca fuimos dueños de nada, ni siquiera de la vida. En ella estamos. Vive el paseo, no tengas prisa.   Pregúntate ahora: ¿A dónde quieres llegar? ¿Y si el amor estuviera ya aquí? ¿Y si estuviera esperando a que lo encuentres en el momento que dejes de buscar? ¿Y si la felicidad no estuviera en ninguna parte y al darte cuenta de ello brotase? ¿Y si el amor fuera el único “sentir” que diera a todo “sentido”? ¿Y si sufrimos al intentar recordar lo que olvidamos? ¿Y si la vida fuese el amor?   ¿Estarías vivo?