«De la naturaleza he aprendido a pensar en otras escalas temporales. ¿Qué son dos o tres años de nuestra vida en comparación con la vida de un oso (treinta años) o un río de diez mil años? La edad de los árboles se percibe de otra manera cuando se está rodeado de ellos. La paciencia de los árboles me conmueve siempre que contemplo un viejo roble. Saber que semejante árbol crece durante trescientos años, vive trescientos años y muere durante trescientos años ha cambiado mi manera de pensar. El mundo vive y piensa en otras escalas temporales y no se preocupa por mí en absoluto. Eso es enormemente liberador…. (más…)