El VIAJE DE RIDDHI

Ego

Compartimos esta nueva aportación de César de Morey. En esta ocasión aborda un tema especialmente delicado, al estar cargado de tantos prejuicios religiosos, planteamientos fantasiosos y dogmatismos científicos inflexibles.

Aborda el importante papel de las adicciones; desde las químicas, pasando por las emocionales y la más sutil de todas: la adicción a pensar,  a recrear un mundo paralelo en nuestra mente, un «yo» que actúa imaginariamente como quisiera interactuar en el mundo físico; un «yo» que constantemente evalúa y clasifica a todos y  a todo lo que llega a su consciencia de vida.

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«Había un hombre en Bombay, Nisargadatta Maharaj. Nadie lo conocía por este gran nombre; era conocido por las masas como «Beedie Baba» porque estaba continuamente fumando beedies. Creo que India tiene setecientas mil aldeas y en cada aldea puede encontrar al menos a uno de estos tipos. Amrito me escribió hace unos días, porque otro joven holandés se involucró mucho con Beedie Baba… El hombre parece ser muy sincero, pero el problema es que las personas que vienen de Occidente tienen un corazón muy infantil, muy confiados, y desconocen que en la India la espiritualidad es solo una rutina. Todo el mundo habla de grandes cosas y sus vidas son lo más feas posibles…. (más…)

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Desde un enfoque adaptado a la modernidad de nuestro tiempo, su mensaje intemporal nos plantea la pregunta que ha originado el deseo más primario de la humanidad: saber qué somos.

«¿Quién soy?» nos conduce desde las percepciones y razonamientos hasta más allá del pensamiento; o mejor dicho, hacia antes de su formación. Finalmente, la atención se centra en ese espacio vacío y sin límites en el que transcurre la experiencia íntima de cada uno -en cuanto individuo que creemos ser-, y la vida y el entorno que creemos nos rodea. Realizar el «Samadhi» significa despertar/avivar/expandir nuestra atención más allá, más cerca, -antes- del pensamiento errado de creerse una «persona»; esto es, un ser humano, aislado e independiente, que piensa e interactúa con el mundo hasta su muerte, gracias a su cuerpo y a su mente.

La experiencia más allá, más cerca, antes del pensamiento inicial que recrea en cada ser la matriz que conforma nuestra realidad aceptada del mundo físico y material, constituye el albor del establecimiento del Samadhi: el estado Real de la Conciencia, del Ser, de «Dios». «Lo» inefable, por cuanto es el Espacio -Único, Consciente y Vacío-, en que cada ser vivo es consciente de que es -de que existe- mientras transcurre la experiencia de su vida. Tomar Consciencia de la Unicidad del Espacio que «sostiene» el flujo fenoménico de la Vida (la manifestación física de Toda la Existencia) exige dejar atrás la idea de ser una identidad propia y separada. Sólo así podemos desvelarnos en el Ser: en el Vacío con potencial Absoluto de Lo que Es, cual Uno en su Totalidad, momento a momento.

Como advertía el misticismo medieval: «Es el Misterio de los misterios»… El Misterio que habita en toda la existencia y en todos nosotros. No hay que temerLo, ni temer perderLo; ni a Su juicio, ni a ser lo suficiente bueno o justo para obtenerLo: La Maravilla que ya Somos espera nuestro despertar por toda la eternidad 🙂 Es lo que Somos justo en este instante. Es lo que Es. Ahora. Siempre. En Absoluta Plenitud. En Infinita Inteligencia. En Amoroso Vacío. Momento a Momento.

«Samadhi es despertar de la identificación con la prisión a la cual llamo -yo-«,  se afirma en el video. Samadhi es un instante de eternidad consciente Absoluta, y un retorno dichoso a este juego de luces y formas, de vidas y muertes, de goces y horrores, de mentiras y creencias; de la idea juguetona, tortuosa y fantasmagórica a la que hemos consagrado nuestra existencia y civilización: la idea que piensa ser un «yo» fisico y mental, aislado en su universo personal, destinado tras nacer, a morir.

Algunas capturas de este interesante documental.

 
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Gracias a Bet

«No hay dos yoes, uno separado y otro real. El yo real es siempre el único yo que existe, aunque se ha enredado tanto con los pensamientos, sentimientos, sensaciones y percepciones, que ha llegado a parecer que hay otro tipo de yo, uno que está limitado y separado, y que se halla localizado en el interior de cuerpo.

Sin embargo, este yo limitado no existe. Nuestro yo verdadero y consciente nunca es un yo separado, de la misma manera que una pantalla tampoco se convierte en un paisaje cuando comienza la película…. (más…)

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