Breve y sencillo homenaje al maestro Quino, con una recopilación de sus trabajos sin diálogo.
Para Nietzsche, «La potencia intelectual de un hombre se mide por la dosis de humor que es capaz de utilizar». En el caso de Quino, a pesar de la aparente sencillez de sus trabajos, existe una carga de conocimiento psicológico del ser humano que lo hace realmente atractivo. Su humor podría ser todo menos humor, por la crudeza de algunos de los temas que señala. Sin embargo, consigue mostrarnos esa visión más dura y ácida de la vida bajo el prisma inocente de la infancia, especialmente en la voz de su personaje más universal, Mafalda.
La magia del humor es que a veces consigue señalar los aspectos más sórdidos e hirientes de nuestra existencia, pero en vez de avivar reacciones de resentimiento u odio, esboza en nosotros la mayoría de las veces una sonrisa; y en alguna ocasión -no pocas en la obra de Quino-, la chispa de la comunión y la empatía en nuestra naturaleza comunal humana.
Que descanse en paz profunda. Y gracias por su legado de sabio humor y amor a la Humanidad.