El VIAJE DE RIDDHI

Día 5 – Conciencia más allá del cuerpo | «7 DÍAS PARA VIVIR DESDE EL SER»

Cartel del curso gratuito “7 días para vivir desde el Ser” con fondo dorado y figura masculina meditando

Ampliación del campo de conciencia:
Te das cuenta de que no estás “en” el cuerpo, sino que tu conciencia incluye el cuerpo y mucho más.
Eres espacio psíquico, no límite físico.


Gran parte de la experiencia humana se ha construido sobre la idea de que somos un cuerpo: una entidad separada, con un contorno claro que empieza y termina en la piel. Es decir, vivimos dentro de una cosa que es nuestro cuerpo. 

Nos identificamos con la imagen de esa cosa en el espejo, con la forma que ocupa un lugar en el espacio, con la sensación de que nuestra conciencia habita solo dentro de este organismo y que todo lo demás ocurre “fuera”.

Pero si observas con atención, descubrirás algo radical y liberador: tu conciencia no está encerrada en ningún sitio.
No está dentro del cráneo ni limitada a tu pecho.
Es más correcto decir que el cuerpo ocurre dentro de la conciencia, como ocurre cualquier pensamiento, cualquier emoción o cualquier percepción. De hecho, aunque altere la idea que aprendemos desde niños, no es que sea más correcto: esa es nuestra realidad. 

Cuando empiezas a notar esta diferencia, comienza a disolverse la presión y el miedo que acompañan a la identificación exclusiva con el cuerpo. Te haces consciente de ella y, si aceptas del todo ser consciente y sentirla, al sentirla se disuelve. 
Dejas de vivir atrapado en la idea de que eres un organismo que lucha por sobrevivir y empiezas a intuir que tu naturaleza es más espaciosa, más luminosa, más abierta que cualquier forma concreta.


¿Qué significa que la conciencia incluye el cuerpo?
Significa que puedes sentir tu cuerpo con claridad —la respiración, el pulso, las tensiones— sin creer que eso define tu ser profundo. De igual modo, puedes darte cuenta de tus pensamientos, emociones o sentimientos, sabiendo que realmente no son tuyos —no eres tú—, sino que surgen en ti. 

Puedes notar que cada sensación o pensamiento aparece en un campo consciente más vasto que la contiene.
Ese campo consciente es tu presencia.
Una presencia que no tiene forma ni límite.

Cuando comienzas a anclarte en esa conciencia abierta, la relación con tu cuerpo empieza a volverse más natural:

  • Dejas de exigirle que sea perfecto.

  • Dejas de temer tanto su deterioro o sus cambios.

  • Dejas de definir tu identidad por sus características.

El cuerpo sigue importando, pero deja de ser tu cárcel. Comienzas a valorarlo como una maravilla de la naturaleza porque te permite interactuar con la vida. 


Ejercicio de hoy: ampliar la percepción

Hoy nos toca un ejercicio muy sencillo:

1️⃣ Siéntate con la espalda recta, en silencio.
2️⃣ Cierra los ojos y lleva tu atención a las sensaciones corporales: la presión del asiento, la respiración, el latido.
3️⃣ Ahora, sin perder contacto con esas sensaciones, imagina que tu conciencia se expande más allá de tu piel.
Percibe que el espacio que hay delante de ti también está incluido en tu campo de presencia.
4️⃣ Deja que esa percepción se amplíe detrás de tu espalda, por encima de tu cabeza, alrededor de todo tu cuerpo.
5️⃣ Siente por un instante que tú eres ese espacio que contiene todo lo que percibes. Que tu capacidad de expandir esa sensación de ser, de consciencia, solo la limita tu propia idea de estar limitado.

No hay nada que forzar. No hay metas que lograr.
Solo disponte a notar que tu conciencia no tiene un borde.
Permítete ser ese espacio. Experimenta tu capacidad de expandir tu sensación de ser.


La paradoja es que cuanto más te reconoces como esa amplitud, más natural y accesible se vuelve tu humanidad.

Eres un espacio consciente abierto donde todo aparece, se mueve y se transforma.
Y en ese espacio, el sufrimiento disminuye porque no necesita aferrarse, identificarse o posicionarse en nada.


Para hoy

Si puedes, dedica unos minutos a preguntarte:
«¿Dónde termina mi conciencia? ¿Puedo sentir que todo ocurre dentro de ella?»

Y date la oportunidad de experimentar esa amplitud sin esfuerzo.

Este es un entrenamiento diario, no un logro inmediato.
No pasa nada si hoy solo intuyes un pequeño destello de esa amplitud.
Mañana puedes volver a abrirte al mismo espacio.
La conciencia no se apresura: siempre está aquí, disponible.


Este curso es gratuito y se publica día a día en este blog.


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Categorías: SER

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