
Durante años nos han enseñado que el éxito es algo que se alcanza. Que hay que luchar por él, esforzarse, competir, sacrificarse.
Nos lo presentan con grandes palabras: metas, logros, superación.
Y lo visten con símbolos visibles: una casa bonita, un buen sueldo, seguidores, reconocimiento, productividad sin descanso, placer, disfrute…
Validación social, real y virtual (aunque esa frontera es cada vez más difusa).
Pero…… (más…)
Diagrama simbólico inspirado en Douglas Harding: del yo personal al misterio del no-ser.
La presencia del otro como medicina contra el miedo.